Y no existió paredón que temblara tu no temblar…
-En la pared, junto al de los Rollings, man-
Hoy, ya frase, mueres millones de rostros made in.
¿Acaso, poeta, pretendes sangrar neologismos?
¡Olvida!
Sangre del tú…sangre del vos.
La pared y el paredón, gris destino para tu segunda muerte.
Aunque…¡Ya sé, ya sé! En otros eres carne y Gramma y asma y …ya sé.
Pero no olvides que eres tinta de voz… así en la selva como en la corbata.
Por el pan asiglado. Por el paredón que no existió y la pared postmoderna. Y por la estrellita que murió aboinada, triste, triste…
¿Sabés? Cerquita de cuatro locos que caminaron tu década, también suelo preguntarme, mirándote, dónde, dónde, escondiste tu sonrisa. Y trato, te juro que trato, de imaginarla linda…aunque intuyo cuánto te dolía reír.
Doler y reír.
Doler y morir.
Entonces, evitando vivir de frases (aunque la muerte o la patria o la victoria, siempre, siempre se olviden del médicoviajeropapáhéroe), tinto mi sangre en esta blanca…
Sangre del tú, sangre del vos.
Sangre del che.
Sangre del Che.
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